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En ese afán de inventar cosas nuevas que nos hagan la vida más fácil (¿?) alguien decidió sustituir los átomos de carbono (C) por los de silicio (Si) en los polímeros sintéticos. Asi nacieron las siliconas que toman su nombre de “silicon” que es como llaman los anglosajones al silicio.

Las siliconas tienen múltiples aplicaciones. De silicona son, por ejemplo, algunos de tus utensilios de cocina, espátulas y moldes para hornear tartas, pasteles y magdalenas.

Durante años nos han preguntado que ocurre con la silicona cuando se somete a alta temperatura. Ahora el Consejo Danés de Consumidores se descuelga con un informe demoledor que han difundido algunas ONG y que te resumo a continuación: De 23 moldes investigados solo cuatro presentaron estabilidad y son seguros, en otros 9 se liberan sustancias peligrosas aunque en bajas concetraciones (¿?), en 8 es patente la inestabilidad y la presencia de contaminantes tóxicos y en 2 moldes para magdalenas se superan los límites de migración establecidos por la UE para los materiales en contacto con los alimentos.

Como es imposible saber de antemano cuales son los mejores moldes, mientras que la autoridad europea se aclara y ordena identificar sus componentes, aparca tus moldes de silicona y busca cualquier alternativa mas saludable.

Si a pesar de ello le tienes un fervor infinto a los moldes de silicona, aquí van algunas recomendaciones:

– Deshazte de los moldes desgastados. Pero no los tires en cualquier parte, recuerda que la silicona es irreciclable y no sabemos donde acabará.

– Usa moldes que indiquen la temperatura máxima a la que se pueden utilizar y que procedan de la Unión Europea..

– Antes de hornear por primera vez, lava el molde y caliéntalo vacío durante unas horas en el horno a 200ºC.

– No coloques los moldes muy cerca de las paredes del horno.